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"cuando falta el trabajo, falta la dignidad"

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insercion sociolaboral

Según los expertos y analistas, la realidad de la inserción socio-laboral que caracteriza la sociedad actual de poscrisis, presenta, a pesar de las mejoras observadas en la tasa de paro, un alto índice de paro estructural (TPE).

Este tipo de desempleo se caracteriza porque los demandantes de empleo no encuentran disponibles los perfiles de trabajadores que necesitan en sus empresas o actividades económicas. Se trata de un desempleo que se da no por falta de demanda, sino por cambios en los patrones de demanda y que requiere de una reconversión de los trabajadores. Una manifestación de este problema son los altos índices de parados de larga duración.

El desempleo estructural es aquel intrínseco al nuevo modelo económico actual y que requeriría de importantes reformas en el modelo productivo para poder atajarlo.

La tasa de paro estructural se sitúa en España en torno al 15 o el 18 % de la población activa, según el método de estimación que apliquemos (Funcas), siendo este tipo de desempleo muy difícil de erradicar ya que es una tasa muy cercana a la tasa de paro efectiva, sin que afecte a la inflación o a los salarios.

Como decíamos al comienzo, esta realidad influye de manera decisiva en las acciones de inserción laboral desarrolladas por la Fundación por la Inclusión Social de Cáritas Zaragoza.

Teniendo en cuenta la realidad social del empleo en estos momentos y la experiencia de trabajo con colectivos y personas que presentan dificultades de inserción laboral, podríamos caracterizar el mercado laboral actual como incapaz de absorber una parte significativa de los desempleados actuales. El empleo que se crea en estos momentos es un empleo precario y que se volatiliza en momentos de dificultad. En todo caso, la mayor creación de empleo se da en el sector servicios y para puestos de trabajo de baja cualificación. La tendencia en los modelos de producción y prestación de servicios hacia la automatización, profundizará las realidades descritas que acabarán acentuando una sociedad dual e incluso una sociedad donde amplios sectores de población tendrán muy pocas posibilidades de acceder al mercado laboral.

Así, hoy nos podemos encontrar dentro del ámbito de la exclusión del mercado laboral con tres categorías, la primera serían aquellas personas que vienen sufriendo exclusión social tradicional, otra categoría serían los trabajadores pobres y precarizados, y la tercera categoría las personas excluidas del empleo por desajuste de perfiles, normalmente mayores de 45 años.

Ya son varios los debates sociales abiertos para poder dar una respuesta a esta realidad. En primer lugar y desde el punto de vista de la garantía de rentas para toda la población, el establecimiento de una Renta Básica Ciudadana, analizada incluso en el Foro Económico Mundial de Davos y con experiencias piloto puestas en marcha por la Unión Europea. Otro de los debates establecidos sería el reparto del trabajo y la reducción de jornadas laborales. Todo ello derivado de la automatización y la robotización empujadas por la cuarta revolución industrial.

Pero estos debates, deberían profundizarse y enmarcarse en un nuevo contrato social y, por qué no, en un nuevo modelo social, en el que habría que diseñar nuevas categoría y figuras al margen del trabajo remunerado y que tendrían que ver con el reconocimiento de trabajos hasta ahora no reconocidos por el ámbito del empleo, como el cuidado de las personas y de la naturaleza; la redistribución de la riqueza, el sistema impositivo y tributario, y las responsabilidades o la participación en la sociedad de la ciudadanía.

Mientras tanto, en la Fundación por la Inclusión Social de Cáritas Zaragoza, se han configurado varios proyectos que contribuyen a mejorar la accesibilidad de las personas al mercado laboral actual: el Proyecto de Inserción Laboral y A TODO TRAPO Zaragoza SLU.

El enfoque metodológico, adoptado en todos los proyectos de la Fundación, se basa en el trabajo por competencias básicas y laborales transversales. De tal manera que, a través de una entrevista por competencias, se conoce el perfil competencial de las personas, para posteriormente ofrecerle orientación para el refuerzo de aquellas competencias que ya tienen o han adquirido, y para el entrenamiento en la adquisición de nuevas competencias requeridas para su inserción laboral.

El Proyecto de Inserción Laboral de la Fundación tiene como misión favorecer el acceso al mercado laboral de personas con dificultades de acceso al empleo, a través de dos tipos de acciones, los Grupos Laborales Previos, dirigidos a personas que necesitan potenciar o adquirir competencias para la búsqueda de empleo, y la Búsqueda Activa de Empleo dirigido a la orientación laboral de personas que ya están preparadas para la búsqueda de empleo por sí mismas.

El número de personas inscritas en la Agencia de Colocación a lo largo del año 2016 han sido 1440. Se realizaron 28 sesiones informativas, lo cual permitió contactar con 753 personas y realizar entrevistas por competencias a 207 personas. De éstas, 63 personas participaron en los Grupos Laborales Previos y 106 en la Búsqueda Activa de Empleo.

Finalmente, gracias a todas estas acciones, 93 personas encontraron trabajo y lograron insertarse laboralmente en distinto grado, en función del tipo de contrato que consiguieron. Esto supone que se ha alcanzado un 6,5 % de inserciones laborales respecto al total de personas inscritas en la agencia de colocación. Pero si nos fijamos en el número total de las personas que han sido entrevistadas y que, por lo tanto, tienen mayor posibilidad de alcanzar su inserción a través de las actividades dentro del proyecto, el grado de inserción alcanzado es casi del 45 %.

El proyecto cuenta con 3 personas contratadas y 37 voluntarias. Además 24 personas voluntarias de la Fundación participan en la tienda LATIDO VERDE, en tareas de sensibilización y entrega social de la ropa.

El otro proyecto desarrollado en el seno de la Fundación es la empresa de inserción A TODO TRAPO Zaragoza SLU. Empresa de inserción reconocida por el INAEM y regulada por la normativa propia de empresas de inserción, como puente entre el mercado laboral ordinario y las personas en situación de riesgo o exclusión social.

El número de personas contratadas en puestos de inserción fueron 9 trabajadores de inserción (8 100% Y 1 65,41%). Además el proyecto cuenta con 1 Director Gerente y 1 Encargado de Tienda.

La red de contenedores está compuesta por 89 contenedores metálicos. Además, existen otros 19 puntos de recogida, mediante contenedores de cartón distribuidos a través de distintas entidades.

Durante 2016, se recogieron 938,35 toneladas de ropa, cuyo impacto medio ambiental ha supuesto evitar la emisión a la atmosfera de 13.568.487 kg de CO2.

Junto al impacto ambiental, es importante tener en cuenta el impacto social o el retorno social de la actividad de A TODO TRAPO Zaragoza. Se estima un retorno directo para las arcas de la administración de 6.439 euros anual por trabajador de inserción contratado (según estudio realizado por FAEDEI – Federación de Asociación de Empresas de inserción). Atendiendo a las fechas de incorporación de cada trabajador de inserción en A TODO TRAPO Zaragoza, durante el año 2016, se estima un retorno total a las arcas de las administraciones públicas de 53.112,95 euros, teniendo en cuenta el ahorro en ayudas sociales que estas personas pudieran estar percibiendo en función de su situación de exclusión social y los distintos impuestos, tanto directos como indirectos, que pudieran corresponderles en su nueva situación como trabajadores cotizantes.

A partir de la experiencia obtenida por los logros relatados y los logros no conseguidos, podemos deducir que las competencias personales son un elemento fundamental para favorecer la inserción laboral de las personas, ya que estas competencias son un valor diferencial de las personas frente a los robots y la automatización, convirtiéndose en estos momentos en claves definitivas para la selección de personal.

Pero por otro lado, no debemos olvidar que el empleo ha dejado de tener un peso preponderante en la inserción e integración de la ciudadanía, por lo que habrá que definir nuevas vías de integración y participación social al margen del empleo.

 

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